15 de noviembre de 2009
"CAMINANDO SOBRE UNA ALFOMBRA PERSA"
Mientras paseaba por la orilla del río entre arboles y arbustos que poco a poco iban quedándose desnudos para hacer frente al duro invierno, podía respirar aromas de melancolía que surcaban como una débil brisa todos los rincones del bosque; inundando lo más hondo de mi ser y trayendo a mi memoria pinceladas de los momentos vividos durante la temporada...
7 de octubre de 2009
8 de septiembre de 2009
"Gradefes"
Me adentre en el rió entre las innumerables plantas acuáticas y me acerque poco a poco a las cebas hasta que el chaleco empezó a empaparse de las frías aguas. Pero aun emborrachando mis atuendos del liquido elemento todavía quedaba lejos la postura y si eso fuera poco el lance lo tendría que realizar aguas abajo... Comencé a lanzar esbozando un antiestético bucle , signo de la perdida de control de la linea, al tener más metros de ésta en el aire de los que soy capaz dominar con mi caña de diez pies, pero aun así, fui capaz de presentar el tricoptero en la zona de caza de las pintonas con un mínimo de dignidad... La artificial navegaba entre las plantas acuáticas cuando una de las truchas que se alimentaba en superficie tomó la mosca... tiré... y nada. Vuelvo a repetir la jugada varias veces y más de lo mismo... hasta que consigo trabar una trucha que me dura unos tres segundos enganchada, que es más o menos lo que ésta tarda en meterse en las algas. De esta misma forma vuelvo a perder otro pez más haciéndome recapacitar, que quizás sería mejor intentar capturar algún pez en otra postura más viable en la que poder llevar a mi contrincante a la red.
Al final conseguí sacarle a la postura diez peces en poco menos de media hora, pero claro está no todo iba a ser así y cuando subo río arriba para encontrarme con David este me dice que todavía no ha conseguido sacar ningún ejemplar.
Seguimos subiendo río arriba entre largos tramos inaccesibles para la pesca dado el alto nivel del cauce y alguna pintona más se deja engañar aunque ya no tiene nada que ver con la primera postura que pesqué río abajo.
A eso de las 8 de la tarde se impuso el viaje de vuelta a casa y mientras me alejaba por las solitarias carreteras que cruzan las tierras leonesas de tonos dorados mezclados con los rojizos rayos del sol al atardecer... en mi mente ya rondaba la idea de volver antes de que terminase la temporada para disfrutar de las fértiles aguas de los ríos leoneses en condiciones más favorables para la pesca.
30 de junio de 2009
"SE VAN CALMANDO LAS AGUAS"
Aunque el nivel del río haya bajado, todavía hay zonas altas que considero complicadas para pescar (incluso a ninfa) como son los cotos parciales de; Mildon ,Bartalo, Pedragonero... Estos parciales al estar encañonados y con temperaturas de agua que rondan los 11ºC serán poco productivos y peligrosos para el pescador.
La cara de felicidad después de conseguir llevar a la sacadera un reo de buen tamaño es un claro indicativo de satisfacción.
En las zonas medias como pueden ser; El Seu o Trescares la pesca no es fácil todavía y principalmente esta se centra bajo la superficie del agua con las ninfas. En estos parciales tener enganchado al otro lado del sedal un reo de cerca del kilo puede ser toda una autentica batalla teniendo en cuenta que en esta zona media el agua todavía baja con fuerza. Aunque la pesca a seca también es posible en zonas determinadas como pueden ser; las raseras de los pozos donde cubre poco y es factible hacer subir a algún reo que se encuentre pegado al fondo.
16 de junio de 2009
"LA FUERZA DEL AGUA"
Si además a todo lo anterior se le une un plus como puede ser; reos recién entrados con un caudal alto... las posibilidades de llenar la cesta de los tan apreciados reos aumentan... y es en estas ocasiones cuando se ven autenticas "hordas de la muerte" por los ríos, que dentro de un mes no se les verá ni en pintura.
9 de junio de 2009
TRAS LOS TORPEDOS DE PLATA (2ºparte)
Amanecía en Niserias y las primeras luces del día se colaban por la pequeña ventana de la habitación para despertar las ilusiones y los nervios por comenzar la segunda jornada de pesca tras los torpedos de plata.
Teníamos muchas ilusiones puestas en el coto de Vilde y en que al ser el más bajo de los cotos del Cares-Deva podríamos pescar a seca gran parte del día.
Dejamos el coche en el limite inferior del coto y comenzamos a recorrerlo por su orilla intentando localizar algún reo. Cuando llevábamos pocos metros andados localizamos el primer reo que se encontraba en una zona remansada fondeado... lance las ninfas pero no las hizo caso... fue entonces cuando entre uno de los bancos de mubles que por allí rondaban apareció un pez diferente a todos ellos... y cual fue mi sorpresa cunado Oscar me dijo que se trataba de una lubina.... la eche las ninfas pero su reacción fue la de salir pitando al ver caer algo sobre la superficie del agua.
Seguimos pescando a ninfa al ver que no había actividad en superficie y en una de las pozas trabé un reo no excesivamente grande que empezó a tirar río abajo sacándome barios metros de linea para finalmente acabar partiéndome el aparejo.
Proseguimos río arriba hasta que llegar a una poza con una rasera donde había un buen numero de reos comiendo a poca profundidad en superficie.
Al estar los reos a poca profundidad se les podía ver claramente como subían a alimentarse de los insectos que bajaban por la superficie del agua... Cambio el aparejo y pongo una efemerita marrón en punta lanzo y observo la evolución de la mosca... parece ser que los reos se interesan por ella pero puede que la mosca no este bajando correctamente... sigo intentándolo hasta que uno de los reos se decide a tomar la mosca y ... se rompe la calma en la superficie del agua entre fuertes tirones y acrobáticos saltos de un reo fuerte y recién entrado que lucha por liberarse... pero en esta ocasión la zona del río y mi posición en él están de mi lado y tras barias idas y venidas finalmente acaba entrando el plateado pez en la sacadera.
Una vez llenado el buche volvimos a la misma tabla en la que habíamos conseguido alguna captura por la mañana y en uno de los primeros lances...zas un buen reo que comienza a pegar saltos como un loco y termina partiéndome el bajo. Poco después consigo trabar otro de menor tamaño pero este si que termina en la sacadera.
Al de un rato sin tener picada Oscar consiguió clavar uno de los reos de la rasera que aunque de pequeño tamaño peleón como los demás.
2 de junio de 2009
TRAS LOS TORPEDOS DE PLATA (1ºparte)
Llegaba el último fin de semana del mes de mayo y con él la esperada salida de pesca a tierras asturianas y más concretamente al cristalino río Cares. Este año visitábamos Asturias más temprano que en años anteriores por lo que las dudas nos asaltaban por distintos aspectos como podían ser; la temperatura del agua, nivel del río o si para estas fechas ya habrían entrado los reos...
Seguimos subiendo y empezamos pescando la cola de la poza en la que vi un buen reo, le lancé las ninfas y me entro a una de ellas, pero anduve lento y no fui capaz de clavarlo por lo que terminé abastándolo. Oscar estaba un poco más arriba, justo donde habíamos visto algún reo a primera hora ninfeando en el fondo y fue entonces cuando divisó una gran mancha negra en el fondo de la poza. Me acerqué hasta allí y pude divisar incrédulamente un banco de unos cincuenta reos de los cuales el más pequeño no tendría menos de 700 gramos. Lo complicado venia después, por que estos se encontraban inmóviles a una profundidad de al menos tres metros y para conseguir clavar alguno decidimos poner en el aparejo una pequeña ninfa y la ninfa más pesada que teníamos en nuestras cajas.
Parece ser que tras varios lances la estrategia funcionó al trabar un poderoso reo que al clavarlo se retorció en el fondo del pozo y comenzó a tirar como un autentico torpedo, haciéndome sudar antes de poder llevarlo a la sacadera. Este reo de unos 50cm dio 1kg de peso en la bascula que lleva incorporada la sacadera y estaba duro como una roca, con poderosas aletas y plateada librea.
Más tarde Oscar consiguió engañar a otro de estos potentes peces y cuando creíamos que lo más difícil ya estaba hecho este empezó a tirar rió abajo endiablada mente llegando a sacarle toda la cola de rata y barios metros de baking, para finalmente partirle el ramal en el cual iba prendida la ninfa de pequeño tamaño.Seguimos lanzando al banco de reos y pude llegar a prender de las ninfas cuatro reos más, alguno realmente grande que pasaría fácilmente de los 2 kilos, pero aquellos fuertes torpedos de plata era imposible dominarlos haciendo con nosotros lo que querían, y de todas todas partían o acababan soltándose.
A eso de las 20:30 el banco de reos desapareció y las pequeñas truchas comenzaron a comer en superficie de las cuales pudimos sacar unas cuantas antes de llegar el sereno.
Por las fechas en las que estábamos el sereno no fue muy intenso y no se movieron muchos peces, aunque en la rasera de la tabla se pusieron a comer dos reos en superficie de los cuales trabé los dos y no fui capaz de sacar ninguno. El primero se descolgó río abajo y terminó soltándose y el segundo me partió el terminal de 0,15 de fluorocarbono tirando río arriba... Es impresionante el poderío de estos peces...
Nunca había tenido prendidos del aparejo peces tan poderosos como estos y tampoco había sentido nunca tanta impotencia por no poder llevarlos a la sacadera...
El sereno dio a su fin en escasa media hora y a eso de las 22:30 recogimos todos los bártulos y nos dirigimos a la pensión que teníamos reservada en el mismo pueblo de Niserias para cenar y echar un sueñecillo antes de afrontar la jornada del domingo en el coto de "Vilde" en busca de los torpedos plateados...
1 de junio de 2009
8 de mayo de 2009
UNA DE TRUCHAS Y SABALOS
Detrás mio podéis ver a "Bolo" que es como bautizó Juanjo a este simpático perro que nos encontramos perdido. El bueno de Bolo nos acompañó durante toda la tarde gentilmente estropeándonos todas las posturas de pesca y truchas que se estuviesen cebando porque a él le gustaba ir siempre cuatro metros por delante nuestro y por en medio del río. Os podéis imaginar porque razón le puso Juanjo el nombre de "Bolo"... Es lo que se imaginaba que iba a pasar si nos seguía el perro durante todo el día, además no había forma de deshacernos de él. Juanjo, incluso intento regalárselo a un campesino que estaba abonando un terreno cercano al río con el tractor que pensó que el perro era nuestro por la forma de comportarse de "Bolo". Bueno por lo menos nos echamos unas buenas risas con el perro...
A falta de truchas y viendo los enormes Sábalos que habían entrado al río no hacia mucho, nos decidimos a intentar su pesca. El de la foto fue mi primer Sábalo que entró a una ninfa y peso 2kg.
5 de mayo de 2009
24 de abril de 2009
16 de abril de 2009
30 de marzo de 2009
Orozko s/m esperando el agua de Abril
El pasado 26 de Marzo, visité el coto de Orozko s/m junto con Dani, pues tuvimos la suerte de hacernos con los dos últimos pases sobrantes que quedaban para ese día. El día prometía ser bueno pues el tiempo era inmejorable y al ser principio de temporada nos esperábamos encontrar el río bonito y con los peces todavía confiados. Aunque la realidad fue muy distinta……… el río a penas llevaba agua y las truchas lucían por su ausencia.
Tuvimos que pescar mucho río antes de conseguir las primeras capturas y hubo muchos metros en blanco en zonas donde años atrás, las truchas, te dejaban las ninfas destrozadas por el número de picadas y capturas que se podías tener.
Por otro lado las truchas no se veían ni siquiera salir corriendo porque pudiéramos haberlas asustado debido al bajo caudal del río. Mientras íbamos escudriñando todos los recovecos y pescando el tramo a conciencia surgían los comentarios de las causas del escaso numero de peces capturados y vistos…
- Seguramente que los peces estén escondidos por el bajo nivel del río…
- Luego al anochecer seguro que salen al sentirse más seguras a alimentarse…
- Pues no se que decirte, yo el río lo veo un poco muerto…
-¿Donde están todas esas pequeñas truchas que antes había en gran numero?
Porque la verdad es que las capturas fueron de buen tamaño en proporción al caudal del río y algunas de ellas presentaban excesivamente delgadas. Esperemos que el único mal que tenga el río sea la falta de lluvias y se solucione pronto para poder disfrutar de nuevo de este fabuloso coto al 100%.
17 de marzo de 2009
“PISTOLETAZO DE SALIDA”
Como no podía ser de otro modo había que acudir a esta cita tan esperada, y entre las opciones que había, o mas bien conocíamos, decidimos optar por pescar un curso bajo al cual no acude mucha gente y que a buen seguro nos depararía un día tranquilo de pesca en buena compañía.
Había quedado con Alberto y David a las ocho de la mañana y parecía ser que el día amanecía nublado y con pocas ganas de levantar, pero eso no nos desanimó y procedimos a disfrazarnos con los atuendos típicos que se utilizan para practicar nuestra querida afición.
Comenzamos a recorrer los márgenes del río y tras andar un buen trecho no apreciamos rastro alguno de actividad por lo que yo opte por empezar a tantear con el tándem unas corrientes que tenían muy buena pinta. En uno de los lances la pequeña ninfa se engancho en el fondo y al ir a desengancharla, David localizó una buena trucha que comía en superficie tímidamente a tan solo cuatro metros de mí. Éste comenzó a lanzarla una pequeña mosca, pero la complicación de la postura hizo que la trucha acabase asustándose.
Proseguimos río arriba y llegamos a unas bonitas corrientes que Alberto empezó a pescar con el tándem poco a poco. En uno de los lances, el tándem pasó pegado a unas ramas que se adentraban en el río y fue entonces cuando una estupenda trucha de unos cuarenta centímetros engulló la mosca seca, y tras dar una bonita batalla acabo en la red. Unos minutos después David conseguiría sacar su primera trucha de la temporada de un peso aproximado de kilo y medio con una imitación de Rhodani a la cual tubo que subir el pez en dos ocasiones para conseguir engancharla.
Llegados a un punto del río, comenzamos descender y en una de las pozas en las que en la subida no habíamos visto actividad, en esta ocasión había dos truchas comiendo en superficie copiosamente. En esta ocasión fui yo quien me dispuse a presentarla la mosca y tras unos lances la más grande de las dos engullo mi artificial. Una vez clavada la trucha, ésta pego un bonito salto, en el cual pudimos apreciar el tamaño del pez que tras una bonita pelea conseguí meter en la sacadera y tras pesarla pudimos ver que rondaba el 1,3 Kg. de peso.
Seguimos descendiendo río abajo y en el lugar en donde a primera hora David había tentado a una bonita trucha nos paramos a observar, pero en dicho lugar no se veía actividad, aunque de vez en cuando se oía alguna ceba. Fijándonos con más detenimiento David localizó un poquito más arriba la ceba que estábamos oyendo y se dispuso a lanzarla. Tras barios lances y rechazos se hundió la mosca, y fue entonces cuando la trucha la comió, con tan buena suerte que cuando David tiro de la línea ésta se quedó prendida del anzuelo. Al final otra bonita trucha de unos 1.400 gr. que acabo en la sacadera.
El día fue pasando y justo antes de irnos a comer el bocata por encima de la caída de una presa localizamos una ceba. En esta ocasión fue Alberto quien la tentó y tras barios lance y cambiar la mosca consiguió engañar una fuerte trucha de entorno al kilo de peso que saltaba como si de un reo se tratase.
Tras comer el bocata Alberto y David marcharon y yo decidí pescar una zona más baja todavía del río. En la primera poza localicé una trucha comiendo en superficie que estaba ubicada en la cola del pozo, lo cual propiciaba que desde mi postura la mosca dragase con facilidad. Tras unos cuantos intentos conseguí engañarla y posteriormente llevarla a la sacadera tras una bonita lucha.
Después de andar un buen trecho río arriba localicé otra trucha de menor tamaño la cual entro franca el los primeros lances que rondaría los 700 gramos y mientras la desanzuelaba localicé otra ceba unos metros más arriba. Me acerque con sigilo y en uno de los primero lance el pez me entro pero no conseguí clavarlo. Esperé unos minutos y la trucha volvió a la carga, pero en esta ocasión el pez recelaba más ante la imitación que le presentaba y tras unos lances conseguí que me volviera a subir e inexplicablemente volví a fallarla asustándola definitivamente.
El día iba tocando a su fin y la actividad fue cesando acompañada de una brisa que se levantaba cada vez con más fuerza. A eso de las siete de la tarde di por finalizada la jornada de pesca, la cual valoré positivamente por diferentes aspectos como pudieran haber sido: Peces de buen tamaño, la no aglomeración de pescadores y sobre todo la buena compañía con la que anduve esta pequeña etapa del viaje.